¿Cómo ayuda a las organizaciones el tener un plan de continuidad del negocio?


Imagen: Zdzisław Beksiński

Por Víctor Ruiz, fundador de SILIKN, Instructor Certificado en Ciberseguridad — CSCT™, (ISC)² Certified in Cybersecurity℠ CC, EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) Certified, Ethical Hacking Certified Associate (EHCA) y líder del Capítulo Querétaro de la Fundación OWASP.

Un plan de continuidad del negocio contra ciberataques es un conjunto de medidas y procedimientos diseñados para garantizar que una organización pueda seguir funcionando de manera efectiva en caso de un ciberataque o una brecha de seguridad. El objetivo principal de un plan de continuidad del negocio contra ciberataques es minimizar el impacto de una interrupción en las operaciones de la organización y garantizar su recuperación lo antes posible.

Este plan puede incluir medidas preventivas, como la implementación de controles de seguridad adecuados y la capacitación de los empleados sobre la importancia de la seguridad de la información, así como medidas de respuesta a incidentes, como la identificación y el aislamiento de la fuente del ataque, la recuperación de los datos y la restauración de los sistemas afectados.

El plan de continuidad del negocio contra ciberataques también debe considerar los posibles escenarios y los riesgos específicos que enfrenta la organización, y debe ser regularmente revisado y actualizado para asegurarse de que siga siendo efectivo en el entorno cambiante de las amenazas cibernéticas. Además, es importante que se realicen simulaciones y pruebas periódicas para garantizar que el plan esté listo para ser implementado en caso de un incidente real.

La creación de un plan de continuidad del negocio es un proceso complejo que implica varios pasos. A continuación, se detallan los pasos generales que se deben seguir para crear un plan de continuidad del negocio:

Identificar los procesos críticos: Es importante identificar los procesos críticos que deben mantenerse en funcionamiento para que la organización pueda seguir operando. Esto puede incluir actividades como la gestión de la cadena de suministro, la atención al cliente, el procesamiento de pagos y la gestión de recursos humanos.

Realizar una evaluación de riesgos: Una evaluación de riesgos puede ayudar a identificar las amenazas y vulnerabilidades que enfrenta la organización, así como los posibles impactos que podrían tener en los procesos críticos. Esta evaluación puede incluir la identificación de las amenazas cibernéticas que podrían afectar a la organización.

Establecer objetivos de recuperación: Se deben establecer objetivos de recuperación que definan el tiempo máximo permitido para la recuperación de los procesos críticos después de un evento adverso.

Desarrollar planes de respuesta a incidentes: Se deben desarrollar planes de respuesta a incidentes para abordar diferentes escenarios de amenazas cibernéticas que puedan afectar a la organización.

Desarrollar planes de contingencia: Los planes de contingencia deben desarrollarse para garantizar que la organización pueda seguir operando en caso de que se interrumpan los procesos críticos.

Identificar y asegurar los recursos necesarios: Se deben identificar y asegurar los recursos necesarios para implementar el plan de continuidad del negocio, como personal, tecnología y financiamiento.

Capacitar al personal: El personal debe ser capacitado en los procedimientos y protocolos establecidos en el plan de continuidad del negocio, incluyendo los planes de respuesta a incidentes y de contingencia.

Realizar pruebas y simulaciones: Los planes de continuidad del negocio deben ser probados y simulados regularmente para asegurarse de que sean efectivos en situaciones reales.

La creación de un plan de continuidad del negocio implica la identificación de los procesos críticos, la evaluación de riesgos, el establecimiento de objetivos de recuperación, la elaboración de planes de respuesta a incidentes y de contingencia, la identificación y aseguramiento de los recursos necesarios, la capacitación del personal y la realización de pruebas y simulaciones regulares.

Y ya que las ciberamenazas son una preocupación creciente para las empresas de todos los tamaños y sectores, pueden tener un impacto significativo en la continuidad del negocio. Algunas de las principales ciberamenazas que pueden afectar la continuidad de un negocio incluyen:

Ransomware: El ransomware es una forma de malware que cifra los archivos de una empresa y exige un rescate a cambio de su liberación. Un ataque exitoso de ransomware puede hacer que los sistemas críticos de una empresa sean inaccesibles, lo que puede detener las operaciones comerciales.

Ataques de phishing: Los ataques de phishing son intentos de engañar a los usuarios para que revelen información confidencial, como contraseñas o números de tarjeta de crédito. Estos ataques pueden permitir a los ciberdelincuentes acceder a sistemas y datos sensibles, lo que puede interrumpir las operaciones comerciales.

Ataques de denegación de servicio (DDoS): Los ataques de DDoS consisten en inundar los sistemas de una empresa con tráfico web malicioso, lo que puede hacer que los sistemas se sobrecarguen y dejen de funcionar correctamente. Un ataque de DDoS exitoso puede interrumpir la capacidad de una empresa para brindar servicios a los clientes y puede tener un impacto negativo en la reputación de la empresa.

Robo de datos: El robo de datos ocurre cuando los ciberdelincuentes acceden a datos sensibles de una empresa, como información de clientes, propiedades intelectuales y secretos comerciales. Este tipo de amenaza puede tener un impacto significativo en la reputación de la empresa y en la confianza de los clientes.

Ataques a la cadena de suministro: Los ataques a la cadena de suministro pueden afectar a los proveedores y socios comerciales de una empresa, lo que puede interrumpir la cadena de suministro y detener las operaciones comerciales.

Por lo anterior, las ciberamenazas pueden tener un impacto significativo en la continuidad del negocio. Las empresas deben tomar medidas para protegerse contra estas amenazas, incluyendo la implementación de medidas de seguridad cibernética adecuadas, la capacitación del personal en seguridad y la implementación de planes de contingencia para hacer frente a posibles ataques.

Es importante señalar que la creación de un plan de continuidad del negocio puede proporcionar varios beneficios importantes para una empresa, incluyendo:

Reducción del tiempo de inactividad: Un plan de continuidad del negocio puede ayudar a reducir el tiempo de inactividad en caso de una interrupción en las operaciones comerciales. Esto puede minimizar el impacto de una interrupción en los ingresos y la productividad de la empresa.

Protección de la reputación: Un plan de continuidad del negocio puede ayudar a proteger la reputación de la empresa al demostrar su capacidad para manejar situaciones de crisis y proteger a los clientes y socios comerciales.

Mejora de la eficiencia operativa: La creación de un plan de continuidad del negocio puede mejorar la eficiencia operativa de una empresa al identificar áreas de mejora y establecer procesos más efectivos y eficientes.

Protección de los activos de la empresa: Un plan de continuidad del negocio puede ayudar a proteger los activos de la empresa, como los datos y la propiedad intelectual, en caso de una interrupción en las operaciones comerciales.

Cumplimiento de los requisitos legales y regulatorios: La creación de un plan de continuidad del negocio puede ayudar a una empresa a cumplir con los requisitos legales y regulatorios relacionados con la protección de datos y la continuidad del negocio.

En resumen, la creación de un plan de continuidad del negocio puede proporcionar varios beneficios importantes para una empresa, incluyendo la reducción del tiempo de inactividad, la protección de la reputación, la mejora de la eficiencia operativa, la protección de los activos de la empresa y el cumplimiento de los requisitos legales y regulatorios.

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