¿Qué son los indicadores de compromiso (IOCs) en ciberseguridad y por qué son importantes?


Imagen: Zdzisław Beksiński

Por Víctor Ruiz, fundador de SILIKN, Instructor Certificado en Ciberseguridad — CSCT™, (ISC)² Certified in Cybersecurity℠ CC, EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) Certified, Ethical Hacking Certified Associate (EHCA) y líder del Capítulo Querétaro de la Fundación OWASP.

Los indicadores de compromiso (IOCs, por sus siglas en inglés) en ciberseguridad son una serie de datos o eventos que pueden indicar que un sistema ha sido comprometido por un atacante. Estos indicadores pueden incluir direcciones IP, nombres de dominio, archivos maliciosos, patrones de tráfico de red, comportamiento anómalo de usuarios, entre otros.

Los IOCs se utilizan en la detección y respuesta a incidentes de seguridad informática. Los equipos de seguridad los buscan en los sistemas de información y redes para identificar posibles amenazas y vulnerabilidades. También se pueden compartir entre organizaciones y la comunidad de seguridad para prevenir futuros ataques y mejorar las medidas de defensa.

Es importante destacar que los IOCs no siempre indican una amenaza real y, por lo tanto, deben ser verificados y validados antes de tomar cualquier medida.

Los indicadores de compromiso (IOCs) más importantes en ciberseguridad varían dependiendo del tipo de amenaza y del contexto en el que se encuentre el sistema o la red. A continuación, se presentan algunos ejemplos de IOCs comunes:

Direcciones IP maliciosas: son direcciones IP que han sido identificadas como fuente de ataques o como destino de comunicaciones maliciosas. Estas direcciones se pueden encontrar en listas negras y en feeds de inteligencia de amenazas.

Nombres de dominio maliciosos: son nombres de dominio utilizados por los atacantes para alojar sitios web maliciosos o para enviar correos electrónicos de phishing. Estos nombres de dominio se pueden encontrar en listas negras y en feeds de inteligencia de amenazas.

Hashes de archivos maliciosos: son valores numéricos que se calculan a partir del contenido de un archivo. Los hashes se utilizan para identificar archivos maliciosos conocidos y para detectar variantes de malware.

Patrones de tráfico de red anómalos: son patrones de tráfico que se desvían del comportamiento normal de la red. Estos patrones se pueden utilizar para detectar actividades maliciosas, como el robo de datos o el control remoto de un sistema.

Comportamiento anómalo de usuarios: son actividades de usuarios que se desvían del comportamiento normal de la organización. Estas actividades se pueden utilizar para detectar ataques de phishing, ingeniería social y otros tipos de ataques dirigidos.

Estos son solo algunos ejemplos de IOCs. En general, los IOCs pueden incluir cualquier tipo de dato o evento que indique que un sistema ha sido comprometido.

A continuación, se presentan algunas mejores prácticas para analizar los indicadores de compromiso (IOCs) en ciberseguridad:

Validar los IOCs: antes de tomar cualquier medida, es importante validar los IOCs y asegurarse de que sean relevantes para el contexto de la organización. Se deben verificar los detalles del IOC, como la dirección IP o el nombre de dominio, para asegurarse de que estén en la lista correcta y sean precisos.

Contextualizar los IOCs: los IOCs deben ser contextualizados en función del entorno de la organización. Por ejemplo, una dirección IP puede ser legítima si corresponde a un proveedor de servicios en la nube utilizado por la organización. También es importante tener en cuenta el tipo de amenaza que se está enfrentando y la relevancia de los IOCs para esa amenaza en particular.

Utilizar múltiples fuentes de inteligencia: es recomendable utilizar múltiples fuentes de inteligencia para validar y enriquecer los IOCs. Las fuentes de inteligencia pueden incluir proveedores de servicios de seguridad, feeds de inteligencia de amenazas, la comunidad de seguridad, entre otros.

Utilizar herramientas de análisis automatizado: se pueden utilizar herramientas de análisis automatizado para procesar grandes volúmenes de IOCs y detectar patrones y anomalías en los datos.

Realizar pruebas de simulación de ataques: se pueden realizar pruebas de simulación de ataques para verificar la eficacia de los IOCs en la detección de amenazas. Esto permite ajustar y mejorar los IOCs para mejorar la seguridad de la organización.

Mantener los IOCs actualizados: los IOCs deben ser actualizados regularmente para incluir nuevas amenazas y eliminar IOCs que ya no son relevantes.

Estas son algunas de las mejores prácticas para analizar los IOCs en ciberseguridad. Es importante tener en cuenta que el análisis de IOCs es solo una parte de un programa de seguridad completo y que se deben implementar otras medidas de seguridad, como la prevención de amenazas y la respuesta a incidentes, para garantizar la protección de la organización.

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