Garantizando la seguridad de las APIs: prácticas esenciales para proteger sus servicios y datos
Imagen: Zdzisław Beksiński
¿Qué son las APIs? ¿Por qué son importantes?
Las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) son conjuntos de definiciones y protocolos que permiten la comunicación entre diferentes aplicaciones y servicios. Son cruciales en la actualidad porque facilitan la interoperabilidad, permitiendo que distintos sistemas interactúen de manera eficiente.
Además, aceleran el desarrollo de software al ofrecer componentes reutilizables, fomentan la innovación al permitir que los desarrolladores creen nuevas aplicaciones basadas en servicios existentes y son fundamentales para la integración de servicios en la nube, aplicaciones móviles y plataformas de redes sociales.
Algunas de las mejores prácticas en la implementación de mecanismos de autenticación y autorización para APIs incluyen el uso de OAuth 2.0 y OpenID Connect para la autenticación. Estos marcos ofrecen protocolos sólidos y estandarizados que facilitan la autenticación y autorización seguras en aplicaciones y servicios.
Otra recomendación es el uso de JSON Web Tokens (JWT), que son especialmente efectivos para la autenticación sin estado. Los JWT permiten la transmisión segura de datos sin necesidad de almacenamiento en el servidor. Es crucial asegurarse de que los tokens estén firmados con un algoritmo robusto, que tengan tiempos de expiración cortos para minimizar riesgos y que se utilicen tokens de actualización para mantener sesiones de larga duración.
Asimismo, es esencial usar HTTPS para cifrar los datos en tránsito. Esta medida es imprescindible, ya que protege contra la interceptación y manipulación de datos entre el cliente y el servidor.
Además, es importante utilizar claves API para identificar y autenticar las solicitudes. Es fundamental rotar estas claves de manera periódica para reducir el riesgo de compromisos y asegurarse de que se revoquen de inmediato en caso de una posible infracción.
Para la autorización, se debe implementar el control de acceso basado en roles (RBAC). Es crucial definir roles claros con permisos específicos que se adapten a las necesidades de los diferentes grupos de usuarios, y auditar estos roles regularmente para garantizar que sigan siendo apropiados y relevantes.
También es recomendable implementar el control de acceso basado en atributos (ABAC) para añadir una capa de gestión de políticas dinámicas. Esto implica aplicar políticas que consideren atributos del usuario, atributos de los recursos y condiciones del entorno.
Otro aspecto crucial es adherirse al principio del mínimo privilegio, otorgando únicamente los permisos necesarios para que los usuarios realicen sus tareas. Esto reduce el riesgo de daño potencial en caso de que una cuenta sea comprometida o haya amenazas internas.
El control de acceso detallado es crucial: gestionar los permisos a nivel de puntos finales de API individuales o acciones específicas asegura un control preciso sobre las actividades permitidas para los usuarios.
Además, el control de acceso consciente del contexto mejora la seguridad al tener en cuenta factores como la ubicación del usuario, el tipo de dispositivo y el momento de la solicitud de acceso.
También es crucial asegurar un registro exhaustivo y monitoreo de todos los eventos de autenticación y autorización. Integrar la seguridad desde el inicio del ciclo de vida de desarrollo de software (SDLC) es igualmente importante: emplear herramientas de “desplazamiento a la izquierda” para detectar problemas de autenticación y autorización en las fases tempranas del proceso de desarrollo, asegurando así que la seguridad sea prioritaria en la API.
En términos de métricas o indicadores en los que las organizaciones deberían enfocarse para detectar y responder a las amenazas de seguridad de las APIs, se destacan varios aspectos críticos:
APIs ocultas: se refieren a APIs no documentadas o no gestionadas que pueden representar riesgos significativos para la seguridad.
APIs expuestas en Internet: es crucial limitar y supervisar de cerca las APIs accesibles públicamente, ya que son más susceptibles a amenazas externas.
APIs que manejan datos sensibles: las APIs que procesan información confidencial y están accesibles públicamente son especialmente vulnerables y deben recibir una atención prioritaria en términos de seguridad.
APIs sin autenticación adecuada: las APIs que carecen de autenticación adecuada son vulnerables a ataques y fugas de datos. Es fundamental identificar y asegurar estas APIs.
APIs con problemas de autorización: mantener un registro de APIs con deficiencias en sus mecanismos de autorización es esencial. Estas APIs pueden ser explotadas para obtener acceso no autorizado.
APIs con configuraciones inadecuadas de límites de velocidad: asegurarse de que las APIs críticas tengan configuraciones adecuadas de límites de velocidad es fundamental para proteger contra ataques de fuerza bruta y robo de credenciales.
Estos puntos subrayan la importancia de implementar medidas robustas de seguridad para todas las APIs, asegurando así la protección de los datos y la prevención de vulnerabilidades significativas.
Es crucial destacar que una de las mejores prácticas más pasadas por alto en la seguridad de las APIs es la gestión adecuada de los puntos finales a lo largo de todo su ciclo de vida. Muchas organizaciones no desaprueban adecuadamente las APIs obsoletas, dejándolas expuestas y vulnerables. Además, no implementan un sólido proceso de gestión del ciclo de vida de las APIs que incluya control de versiones, desaprobación y retirada apropiados de las APIs.
Las revisiones de seguridad de las APIs también son frecuentemente omitidas durante todo el proceso de DevSecOps, especialmente con un enfoque temprano en la detección de problemas. La validación y el saneamiento de las entradas son esenciales para prevenir la mayoría de las vulnerabilidades de inyección en las APIs, pero a menudo no se implementan de manera efectiva. Garantizar una rigurosa validación tanto en el lado del cliente como en el servidor ayuda significativamente a mitigar los ataques a las APIs.
Otro aspecto descuidado es la implementación y protección de las puertas de enlace de las APIs, que son puntos críticos de acceso y control. Sin una protección adecuada, estas puertas de enlace pueden convertirse en puntos únicos de falla. Además, la limitación de la velocidad se subutiliza a veces, a pesar de ser crucial para prevenir el abuso y los ataques de denegación de servicio.
La adopción de una arquitectura de confianza cero para las APIs es una práctica avanzada que frecuentemente se pasa por alto. Este modelo implica verificar continuamente la identidad y autorización de cada entidad que accede a la API, independientemente de su ubicación en la red.
Finalmente, el cifrado de datos en reposo es otra área que a menudo se descuida. Aunque el cifrado de datos en tránsito es estándar, asegurarse de que los datos confidenciales almacenados por las APIs estén cifrados proporciona una capa adicional de seguridad. Implementar las mejores prácticas de cifrado y gestión de claves es fundamental para mitigar riesgos en este sentido.
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