Detectar la exposición en la dark web es vital para que las organizaciones puedan prevenir ciberataques


Imagen: Zdzisław Beksiński


Por Víctor Ruiz, fundador de SILIKN, Instructor Certificado en Ciberseguridad (CSCT™), (ISC)² Certified in Cybersecurity℠ (CC), EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) Certified, EC-Council Certified Cybersecurity Technician (CCT), Ethical Hacking Certified Associate (EHCA), Cisco Ethical Hacker y líder del Capítulo Querétaro de la Fundación OWASP.

Un análisis de la unidad de investigación de SILIKN señala que las organizaciones con datos expuestos en la dark web tienen un riesgo elevado de ser víctimas de ciberataques. Asimismo, aquellas que ya han sido vulneradas son más susceptibles a sufrir nuevos ataques, ya que sus datos son compartidos entre grupos de ciberdelincuentes.

La presencia de datos de una organización en la dark web está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de ciberataques. Además, cuando esta información es distribuida entre ciberdelincuentes, facilita que los atacantes coordinen sus acciones en foros, mercados y canales de comunicación ocultos en la dark web.

Los datos de las organizaciones pueden aparecer en la dark web por diversas razones, principalmente debido a filtraciones o brechas de seguridad. Estas fugas suelen ser el resultado de ataques cibernéticos exitosos, como ransomware, phishing o intrusiones a sistemas mal protegidos. También pueden surgir por el robo de credenciales de empleados o clientes, que luego son vendidas o intercambiadas en foros y mercados clandestinos.

Los datos robados pueden incluir información confidencial, como cuentas de usuario, contraseñas, documentos financieros, propiedad intelectual o datos personales de empleados. Los ciberdelincuentes los utilizan para planear futuros ataques, extorsionar a las empresas o venderlos a otros grupos para obtener ganancias ilícitas. Esto convierte a las organizaciones vulnerables en objetivos recurrentes.

Si las organizaciones pueden detectar su exposición en la dark web, tienen una valiosa oportunidad para actuar de manera proactiva, fortalecer sus defensas y evitar ataques antes de que los ciberdelincuentes los lleven a cabo. El primer paso es entender de dónde provienen las amenazas en la dark web, identificar las áreas donde la organización es un objetivo y mantener un monitoreo continuo para maximizar las probabilidades de detectar y frenar cualquier filtración de datos que pueda desencadenar un incidente de ciberseguridad.

Cada fuente en la dark web es un indicador clave del riesgo de ciberseguridad. Sin embargo, si una organización no tiene acceso a estas fuentes o no las monitorea de manera constante, es posible que pase por alto amenazas críticas, lo que resulta en una evaluación menos precisa de sus riesgos de seguridad. Para mitigar esto, las organizaciones deben establecer mecanismos que les permitan una supervisión regular y completa de las diversas áreas de la dark web, incluyendo mercados, foros, sitios de filtraciones, canales de Telegram y plataformas utilizadas por grupos de atacantes.

Es un hecho que las organizaciones necesitan información detallada para mitigar las amenazas provenientes de la dark web. Aunque la detección de hallazgos en cualquier área de la dark web puede ofrecer una visión general del riesgo, una evaluación completa de la amenaza y la aplicación de medidas defensivas requieren un nivel de inteligencia mucho más detallado. La capacidad de identificar dónde está expuesta la organización y entender el riesgo asociado con cada amenaza es especialmente valiosa cuando se trata de priorizar recursos.

Dado que todas las organizaciones cuentan con recursos limitados, deben tomar decisiones estratégicas sobre cómo asignar el presupuesto, el personal y las herramientas de manera más eficiente. Estas decisiones deben basarse en información que revele las rutas más probables hacia un ciberataque. Idealmente, esa información debe ser específica para cada organización, ya que cada negocio enfrenta desafíos y adversarios únicos en ciberseguridad.

Desestimar los factores de la dark web que están fuera de la red de la organización crea un punto ciego en la industria, lo que dificulta identificar quién podría estar atacando a las organizaciones y qué recursos tienen los ciberdelincuentes para llevar a cabo sus ataques.

Es igualmente cierto que un análisis único de la exposición de una organización en la dark web no es suficiente para garantizar su protección a largo plazo, ya que el panorama de amenazas está en constante cambio. Los ciberdelincuentes desarrollan nuevas tácticas, crean malware más avanzado, identifican nuevas vulnerabilidades y seleccionan nuevos objetivos diariamente. Por esta razón, las organizaciones deben monitorear continuamente su exposición en la dark web para obtener alertas tempranas sobre posibles amenazas emergentes.

Para proteger a las organizaciones cuyos datos están expuestos en la dark web, es fundamental llevar a cabo un monitoreo constante de la información sensible, realizar evaluaciones de riesgos para identificar posibles vulnerabilidades y fortalecer las defensas cibernéticas utilizando firewalls y autenticación multifactor. Además, es importante capacitar al personal sobre amenazas y buenas prácticas de seguridad, establecer un plan claro de respuesta a incidentes, colaborar con expertos en ciberseguridad y revisar periódicamente las políticas de seguridad para enfrentar amenazas emergentes. Estas medidas son esenciales para reducir riesgos y mejorar la postura de seguridad de la organización.

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